La noche del 14 de marzo, Paul Thin regresó al escenario de La Sala del Movistar Arena para la segunda fecha consecutiva de su gira Reboot 2025. Si en su debut en Madrid ya había demostrado por qué es una de las voces más prometedoras de la música española, en esta segunda noche lo confirmó con creces.

El granadino, que saltó a la fama en Operación Triunfo 2023, construyó un espectáculo que iba mucho más allá de la música: fue una experiencia sensorial donde la estética futurista, la interacción con el público y la emoción estuvieron en perfecta sintonía.

Desde el primer minuto, Paul Thin dejó claro que su gira es un viaje de transformación y renacimiento. Arrancó con Vértigo, una canción que habla sobre la presión de mantenerse fiel a uno mismo, mientras en las pantallas se proyectaban imágenes de sombras desdoblándose, reforzando la idea de un artista en constante evolución. La puesta en escena fue impecable: luces led, proyecciones envolventes y un vestuario con influencias cyberpunk que convertían el escenario en un universo propio. Acompañado de cuatro bailarines que complementaban cada tema con coreografías impactantes, Paul se movió entre la fuerza de canciones como El Diablo Se Viste de Mí y momentos más íntimos con Brisa y Fiebre del Oro, donde su voz y una guitarra fueron suficientes para silenciar a la multitud.

Más allá de su talento vocal y escénico, el artista supo ganarse al público con su espontaneidad. En varias ocasiones, interrumpió el show para compartir reflexiones y agradecer el cariño de sus seguidores. La complicidad con los asistentes se sintió en cada rincón de la sala. Desde pancartas con mensajes de apoyo hasta el eco de cientos de voces coreando sus canciones, la conexión entre Paul y sus fans fue absoluta.

El concierto llegó a su punto culminante con una interpretación emotiva de Luz, donde el público iluminó la sala con las linternas de sus móviles, creando un momento mágico. Para despedirse, Paul Thin agradeció el apoyo incondicional de sus seguidores y prometió que esto era solo el principio de un viaje que continuará por toda España.

Con su Reboot, Paul Thin no solo ha iniciado una nueva etapa en su carrera, sino que ha reafirmado que está aquí para quedarse. Madrid fue testigo de un concierto que, más que un espectáculo, fue un encuentro lleno de autenticidad, energía y emoción.