La noche del 29 de marzo quedó marcada como un antes y un después en la carrera de Raul Clyde. El Palacio Vistalegre se rindió ante un artista que no solo llegó con un espectáculo sobresaliente, sino con una energía imparable que mantuvo al público en vilo desde el primer minuto hasta el último. Un concierto que, sin duda, deja claro que su trayectoria sigue en ascenso y que su próximo gran objetivo, llenar el Wizink Center, está más cerca de lo que parece.

La noche comenzó con una intro en video, mostrando al protagonista en bicicleta mientras se presentaba su último proyecto, Destino 2014. Al terminar el video, una puerta en el escenario se abrió lentamente, haciendo que el público estallara en gritos mientras Raul hacía su entrada triunfal. La transición del video a la música en vivo fue explosiva, con «Griselda» abriendo el repertorio y haciendo vibrar a los asistentes. El artista siguió encadenando éxitos como «Diesel», «BCN» y «Balmain», demostrando su control absoluto del escenario y su habilidad para mantener al público entregado en cada tema.

Para ser su primer show de gran formato, la producción y escenografía, sin ser excesiva, estuvo perfectamente ejecutada, consolidando su imagen como un artista preparado para escenarios aún mayores.

No faltaron los temas que marcaron el camino hasta aquí, y los fans lo agradecieron. «La Visión», «Monty», «3D» y «La Forma Q Me Miras» formaron parte del setlist, con un momento especialmente emotivo cuando interpretó esta última canción en el centro de la pasarela, rodeado por un mar de linternas encendidas. Un instante de calma en una noche de puro reggeaton.

Las colaboraciones también fueron un punto fuerte de la noche. MVRK subió al escenario para «Tiendas», y poco después hicieron su aparición Mushka, C Mari, Nickzzy, Yung Beef y Soge Culebra, llevando la energía a otro nivel y confirmando la buena relación del artista con la escena urbana.

El cierre del concierto fue una demostración de que sabe cómo mantener la tensión hasta el último momento. «Tuenti Remix», posiblemente el tema que lo catapultó a la fama, resonó en todo el recinto, seguido por una inesperada preview de «Papixulo«, una canción que pronto verá la luz. «Costablanca», «Adiós» y su última apuesta, «Amor de Pobre», pusieron el broche de oro a una noche inolvidable. Ya lo dice en su tema ‘Adiós’: «Esto es pa’ cerrar, pa’ cuando cante en el Wizink». Si algo quedó claro en Vistalegre es que este es solo el principio y que su carrera tiene todo por delante. Lo de anoche no fue solo un concierto, fue una declaración de intenciones.