Después de un primer concierto sold out el pasado 4 de agosto, Ilan Amores volvió a Casa Brava apenas tres días después para una segunda cita que prometía repetir la magia… y cumplió.
Conocimos a Ilan casi por casualidad, cuando apareció cantando junto al youtuber argentino Gaspi durante La Velada. Aquella actuación breve nos dejó la sensación de que había mucho más detrás de esa voz y esa energía, así que no dudamos en buscarlo en directo cuando se anunció su paso por Madrid.
La noche arrancó con Razz Galgos como telonero, un madrileño que desplegó varias canciones propias y que, con su estilo cercano y letras pegadizas, logró calentar al público y dejarnos con ganas de volver a escucharlo.
Pero el momento más esperado llegó cuando Ilan apareció en escena. Desde los primeros acordes quedó claro que aquello iba a ser una fiesta: cumbia como protagonista, ritmo constante, y un público en el que abundaban los acentos argentinos, bailando y cantando cada verso. El repertorio fue un repaso vibrante de sus temas más queridos: Va a ser, Caballo negro, Tiempo, Con la misma, Morir de amor, Yo tengo una flor, y, por supuesto, Bar La Perla, la canción que lo catapultó ante miles de espectadores en La Velada. Cada tema encendía un poco más la sala, que parecía latir al compás del bombo y las palmas.
El clímax llegó en el cierre: Ilan se bajó del escenario para mezclarse con el público y cantar Tiro tiro rodeado de fans, en un círculo festivo que borró cualquier barrera entre artista y audiencia. Fue un final tan íntimo como explosivo, un recuerdo que difícilmente se olvidará. En resumen, un concierto bien construido de principio a fin, en el que Ilan Amores mostró soltura sobre el escenario y supo mantener el ritmo de la noche sin altibajos. Una actuación que deja con ganas de repetir y que nos hace esperar con su próxima visita a Madrid.
