El 9 de noviembre, el Centro Cultural Pilar Miró en Vallecas vibró con una de las noches más esperadas del Madrid Urban Fest 2024, en una jornada dedicada al talento y a la autenticidad de la música urbana. Bajo el cálido foco de este festival que celebra y reconoce la cultura urbana como Patrimonio Inmaterial de la Comunidad de Madrid, Daniela Garsal y Choclock subieron al escenario para compartir su música, cargada de emociones y matices, con un público que esperaba ansioso esta velada.
Daniela Garsal fue la primera en aparecer, y aunque parte del público no estaba del todo familiarizado con ella, su energía pronto contagió a todos los presentes. Con una propuesta cargada de autenticidad, logró rápidamente conectar con el público. Daniela interpretó temas de su EP Supernova, incluyendo canciones como “Celeste V” y “Bellatrix IV”, y, con su estilo característico de R&B mezclado con soul y pop, generó un ambiente en el que cada letra y melodía parecía narrar su proceso personal de autodescubrimiento y superación. Su energía logró que el público dejara sus asientos y se pusiera de pie. La naturalidad y la cercanía de Daniela hicieron que cada canción fuera un momento compartido, dejando en la sala una atmósfera íntima y envolvente que seguramente dejó a quienes la escuchaban por primera vez con ganas de seguir descubriendo su música.
Cuando Choclock subió al escenario, la energía en el Centro Cultural Pilar Miró subió de nivel, y el público, ya de pie, se acercó aún más para vivir de cerca la intensidad de su propuesta. Con un estilo que fusiona el R&B y ritmos urbanos, el cantante arrancó su set con la intro de Magua con Miel, en la que la voz de Cruz Cafuné preparó el escenario para una noche inolvidable.
Durante su actuación, sonaron sus nuevos temas como Caprese (su colaboración con Cruz Cafuné) y Khalifa (Dizzy), que se fueron intercalando con clásicos como Tpain, Se Puso Bueno, Débiles o Aguilera. La interacción con sus seguidores fue constante y divertida. Un momento memorable fue cuando invitó a un fan a cantar con el autotune. El chico no dudó y, ante la sorpresa de todos, comenzó a cantar 922 928 de Cruz Cafuné, «lo que hice no fue por mí, fue por el 922 y el 928», cantó el fan, y la sala entera le siguió en una ovación colectiva.
Para despedirse, Choclock eligió Enhorabuena, una canción que no solo marcó el cierre del concierto, sino que selló una noche de pura conexión entre el artista y su público. La energía de la sala fue inigualable, y quizás fue la cercanía del lugar, tan íntimo y acogedor, lo que permitió que todos los presentes vivieran el momento con tanta intensidad.
El Madrid Urban Fest demostró una vez más ser el escenario ideal para disfrutar de propuestas innovadoras y artistas emergentes. Los conciertos de Daniela Garsal y Choclock fueron una clara muestra del talento fresco y prometedor que está marcando el rumbo de la música urbana. Ambos lograron conectar de manera única con su público, dejando claro que tienen mucho que ofrecer. Sin duda, un evento que reafirma la importancia de dar visibilidad a nuevos talentos y nos deja con muchas expectativas de lo que está por venir.
