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Crónica: THE DRIVER ERA conquista La Riviera con un concierto inolvidable

La noche del 17 de septiembre, The Driver Era volvía a Madrid para su segundo concierto consecutivo en La Riviera, logrando colgar el cartel de «sold out». La expectación en la sala era palpable. 

Minutos después de las 21 horas, la oscuridad cubrió el recinto y las luces de los teléfonos móviles iluminaron el escenario, anticipando lo que sería una noche llena de momentos inolvidables. La banda abrió con el potente combo de “Touch” y “Keep Me Up At Night”, desatando la euforia entre los presentes. «¡Hola Madrid! ¡Estamos listos para la fiesta!» exclamó Ross en un español cada vez más fluido, ganándose el cariño del público desde el primer momento.

A lo largo de la noche, el carisma de Ross quedó demostrado. Cada gesto, cada movimiento, provocaba gritos ensordecedores. Siempre mostrándose muy cercano con sus fans. El repertorio fue un viaje sonoro que incluyó clásicos como “Preacher Man”, “Low” y la esperada “Rumors”. Sin embargo, uno de los momentos más especiales fue la presentación de «Don’t Walk Away», una canción aún no lanzada que emocionó a todos. Otro punto álgido de la noche fue cuando Ross sorprendió con una breve versión del icónico «Say My Name» de Destiny’s Child, fusionando su estribillo con “I’ll Be There”, lo que desató una ovación unánime. Después de la cover, el público no dudó en corearle “¡guapo, guapo!”, a lo que Ross, entre risas, confesó que acababa de aprender el significado de la palabra el día anterior.

Uno de los momentos más íntimos llegó con “Heart of Mine”, interpretada de manera semi-acapella junto al piano. La banda logró crear un ambiente mágico y cercano que contrastaba con la energía desbordante del resto del show. La Riviera entera quedó hipnotizada. La nostalgia también tuvo su espacio. Durante una pausa entre canciones, los asistentes comenzaron a cantar la intro de «Austin & Ally», «Can’t Do It Without You», la serie que catapultó a Ross Lynch a la fama. Más adelante, cuando los fans gritaron una y otra vez pidiendo la canción “On My Own” de Teen Beach Movie 2, Ross no defraudó. Solo con su guitarra, entregó una interpretación cargada de emoción, creando un vínculo especial con el público.

Para cerrar la noche, no faltaron temas como “Get Off My Phone” y “Afterglow”, antes de que la banda regresara para un final apoteósico con “A Kiss”. The Driver Era se despidió de Madrid con una sonrisa en los labios y un claro agradecimiento hacia sus fans españoles, dejando claro que la conexión con ellos es más fuerte que nunca.

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