El pasado 21 de enero de 2025, Judeline, una de las artistas emergentes más prometedoras de la escena musical española, presentó su primer álbum, Bodhiria, en el Teatro Circo Price de Madrid como parte del festival Inverfest. Fue el primero de los tres conciertos programados en la capital, y la artista dejó claro desde el inicio que esta era una experiencia que trascendía lo meramente musical.
La noche comenzó con una introducción envolvente que preparó el terreno para «bodhitale», interpretada desde un columpio que colgaba del centro del escenario, un símbolo visual recurrente durante el espectáculo. La interpretación delicada de esta pieza inicial marcó el punto de partida de un viaje emocional y sonoro hacia la esencia de Angela, el alter ego de Judeline. A partir de ese momento, «angelA» e «INRI» construyeron un crescendo perfecto que intensificó la conexión entre la artista y un público entregado desde el primer momento. El repertorio continuó con piezas como «Tánger» y «Zahara», temas que han acompañado a la artista desde sus inicios. Lejos de resultar lineal, el espectáculo osciló entre momentos de intimidad y explosiones de energía. Un claro ejemplo fue la interpretación de «Brujería».
Uno de los momentos más aplaudidos llegó con su reinterpretación de La Tortura, el clásico de Shakira. Con un enfoque renovado y personal, Judeline consiguió transformar la canción en algo que parecía propio, provocando una ovación rotunda del público. Judeline también aprovechó para interactuar con el público, agradeciendo la calurosa acogida y compartiendo anécdotas con su característico humor. “Me hablan las madres diciéndome que les dé una entrada para sus hijos. Pero señora, si es que no tengo”, bromeó entre risas, dejando claro su carisma y naturalidad. En ese mismo tono, pidió al público que se levantara de la silla y “moviera el culo un poco”, animando a todos a disfrutar del momento. No dudó en afirmar que, tras llenar tres noches en la capital, un Movistar Arena está en su horizonte cercano, y todos los presentes parecían compartir esa certeza.
Uno de los momentos más cautivadores llegó con «Luna Roja». Las luces rojas inundaron el escenario, sumergiendo a todos en una atmósfera hipnótica y casi ritualista. Poco después, «Joropo» brilló como una de las interpretaciones vocales más poderosas de la noche, llevando al Teatro Circo Price a un clímax emocional que se suavizó con la íntima «4 esquinitas» y «4 angelitos». El repertorio también incluyó un remix actualizado de su éxito «Canijo», que desató la euforia de la audiencia antes de que «Zarcillos de Plata» ofreciera un necesario respiro emocional. Este tema, convertido ya en un himno de la era Bodhiria, permitió a Judeline explorar su faceta más frágil y vulnerable. Posiblemente uno de los mejores momentos de la noche.
El concierto concluyó con «2+1», una canción ya mítica en su trayectoria, que puso a todo el público de pie para bailar. La despedida se dio mientras de fondo sonaba Romero Santo, su colaboración con Dellafuente.Este primer concierto en el marco del Inverfest dejó claro que Judeline es una artista que ya ha encontrado su lugar. Su habilidad para fusionar tradición y vanguardia, junto con su magnetismo vocal la posicionan como una de las figuras más prometedoras de la escena musical.
