El Santiago Bernabéu vibró con el esperado concierto de Duki, logrando un impresionante sold out que dejó claro el alcance de su popularidad. La trayectoria de Duki es un testimonio del poder que tiene ser talentoso y perseverante.
Desde el inicio, Duki supo cómo encender al público. Abrió con «Rockstar», uno de los himnos más representativos de sus inicios, y desde ese momento, la conexión con sus seguidores fue in crescendo.
La energía desbordante del trapero argentino inundó el estadio y cada canción fue recibida con una ovación, pero fueron las colaboraciones especiales las que marcaron momentos álgidos en el concierto. Desde sus humildes inicios hasta convertirse en uno de los artistas más influyentes del género, ha sabido mantenerse fiel a sus raíces y apoyar a las promesas argentinas. «Está siendo una de las noches más especiales de mi vida. Muchas gracias a España. Gracias por darme una oportunidad a mí y a los artistas argentinos y por acompañarme, sé que siempre están tras la bandera.» Su amistad y lealtad hacia sus colegas/amigos de la música se reflejan en cada colaboración y en cada gesto sobre el escenario. Jrei fue el primero en unirse a Duki para interpretar «Pininfarina (remix)», y la química entre ambos hizo vibrar al estadio.
Por otra parte, el momento más romántico que nos pudo brindar el cantante argentino fue con Emilia, su novia, que apareció para cantar juntos «Como si no importara», un tema cargado de complicidad que cautivó al público. Emilia no fue la única cantante femenina que acompañó a Duki sino Nicki Nicole que sorprendió a todos al subirse al escenario para «Ya me fui», una colaboración con Bizarrap, demostrando por qué es una de las artistas más queridas del momento.
Lucho SSJ, uno de sus tantos compañeros que le dejó el Quinto Escalón, desataron la locura con «1 de enero», añadiendo un toque especial a una de las canciones más esperadas. West Dubai se sumó para «Contra mí», un tema que resonó con fuerza entre los asistentes, mientras que Jhayco lo acompañó en «Rockstar 2.0».
CRO hizo su entrada triunfal para interpretar «Hijos de la noche» y «Harakiri», dos temas que emocionaron a los fans que extrañaban verlos juntos. Dano participó en «Santo Grial», una colaboración que destacó por su intensidad y emotividad. YSY A no podía faltar, y su participación en «No da más» fue recibida con una ovación estruendosa, ya que esto iría vinculado al regreso de Modo Diablo, el trío legendario formado por Duki, YSY A y Neo Pistea en 2018. Juntos interpretaron «Quavo», «Trap ‘n export» y «Vuelta a la Luna (remix)», desatando la nostalgia y haciendo que el público reviviera aquellos tiempos dorados del trap argentino.
Duki también regaló a sus fans momentos de profunda emotividad. Cumpliendo una promesa, interpretó «No me llores», una canción que nunca ha cantado en vivo. «Sin palabras de verdad. Sé que la gente de fuera no lo va a entender pero nosotros tenemos una conexión, gracias por ser parte de ello». Pero sin duda, uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando dedicó «Ticket» a su padre, arrancando lágrimas y aplausos de la multitud. Finalmente, Bizarrap se unió como el último invitado de la noche en «Malbec» y «Bizarrap Music Session #50», un cierre perfecto para una noche llena de éxitos.
El concierto culminó con «She don’t give a fo», otra de las canciones icónicas de Duki que marcó el final de una noche mágica. El Bernabéu entero cantó junto a él, cerrando con broche de oro un evento que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes.
El Santiago Bernabéu que alberga partidos memorables, fue testigo de una noche mágica y espectacular que quedará en la memoria del cantante, consolidándolo como una verdadera leyenda del trap argentino.
