Un público entregado desde la primera fila. La expectación era máxima, el pasado 16 de marzo en La Riviera, para el concierto de MDA, una de las figuras más destacadas de la nueva escena musical. La noche prometía ser una de las más memorables de su «Mundo Molly Tour».
El encargado de abrir la noche fue Zell, joven artista argentino que, aunque para algunos era un desconocido, logró sorprender gratamente al público. Con un estilo muy en sintonía con MDA, su música y presencia escénica lograron conectar con la audiencia desde el primer momento. Muchos asistentes comentaban que su sonido era fresco y enérgico, ideal para preparar el terreno para la gran actuación de la noche.
Cuando MDA apareció en el escenario, la sala estalló en vítores. Desde el primer minuto, quedó claro que su energía no iba a decaer en ningún momento del concierto. No paraba de moverse, saltar y bailar, demostrando un dominio absoluto del escenario. La escenografía, con un enorme corazón con pinchos diseñado por Claudia Aguiló, aportaba una estética impactante que acompañaba a la perfección su universo sonoro.
Uno de los detalles más curiosos del show fue que MDA realizó hasta tres cambios de vestuario a lo largo del concierto. Cada vez que se iba para cambiarse, un cronómetro de cinco minutos aparecía en las pantallas, generando expectación entre el público.
MDA presentó un setlist variado, en el que incluyó temas de su nuevo álbum «Molly World», pero sin olvidar sus grandes éxitos. Canciones como «Romance Final», «We Are the Universe» y «mula Juice» desataron la locura en el público. Hubo numerosos pogos a lo largo de la noche, con la energía del público en su punto más alto en cada estribillo. Finalmente, MDA cerró el concierto con «Miss Galaxia», lanzándose al público en un clímax espectacular.
Uno de los puntos álgidos de la noche fue la aparición de varios invitados especiales. Bon Calso subió al escenario para interpretar «Pornstar», mientras que Zell volvió a escena para colaborar en otro tema. Además, El Bugg sorprendió al público con una canción inédita, algo que generó aún más expectación entre los seguidores del artista.
MDA, pura entrega sobre el escenario. Más allá de la música, lo que hizo especial la noche fue la entrega de MDA con sus fans. No solo animaba constantemente al público a saltar y abrir círculos, sino que también se mostró cercano y divertido, interactuando con sus seguidores y asegurándose de que todos disfrutaran de la experiencia al máximo.
Con una energía desbordante y un público absolutamente entregado, el concierto de MDA en La Riviera fue una auténtica celebración de su música y una prueba de que su trayectoria sigue en ascenso. Una noche que, sin duda, quedará en la memoria de todos los asistentes.
